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viernes, 18 de noviembre de 2011

Cáncer y ciclismo indoor


Si de algo puedo estar seguro, es de que el ciclo indoor puede ser beneficioso para todo el mundo, por cualquiera de las muchas razones que existen, incluso para alguien con este serio problema, por experiencia propia.

Cáncer es un término muy amplio. No es solo una enfermedad, sino  un conjunto que abarca a más de 200 enfermedades, los tumores malignos. Cada uno tiene sus características peculiares que en algunos casos son completamente diferentes a las del resto de los demás cánceres.
Partiendo de esta realidad, y teniendo en cuenta siempre que este tipo de pacientes están sometidos a un estricto control médico, se van a exponer algunas recomendaciones y aclaraciones sobre la actividad física y el cáncer, en el caso que nos ocupa el ciclismo indoor y el cáncer.
Afortunadamente, gracias a los programas y el desarrollo de técnicas de detección temprana y a la mejora de los tratamientos del cáncer, se están superando año tras año los índices de supervivencia, incrementándose el número de personas que han completado el tratamiento médico y que han superado un cáncer, lo que denominamos “supervivientes del cáncer”, en muchas ocasiones, estos pacientes llegan al gimnasio y se plantean si podrán o no podrán someterse a las clases de ciclismo indoor. En primer lugar decir, que las recomendaciones tendrán que venir por parte de su médico, pero a continuación se expondrán algunas de las pautas que establecen instituciones como la (American College  of Sport Medicine) ACSM.
La actividad física puede reducir de forma significativa el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Las pruebas más relacionadas con
esta cuestión provienen de las investigaciones sobre el cáncer de colon, donde la actividad física ha demostrado reducir el riesgo más de un 50%. También se han encontrado pruebas de menor riesgo en el cáncer de plumón  (1)), y de mama (2),aunque hasta la fecha y a la espera de nuevas investigaciones no existen datos concluyentes al respecto.
Las investigaciones sobre el papel del ejercicio en pacientes con cáncer y en supervivientes de cáncer son relativamente recientes,
sin embargo en el momento actual es uno de los principales focos de estudio por parte de los fisiólogos del ejercicio. Todas las investigaciones concluyen que los pacientes con cáncer pueden beneficiarse del ejercicio físico tanto durante como después del tratamiento (3).
La mayoría de los estudios siguen las normas tradicionales de prescripción de ejercicio físico para adultos sanos del  (ACSM), en lo que se refiere a frecuencia, duración, intensidad y progresión de las sesiones. Sin embargo, y a pesar de haberse demostrado los beneficios del ejercicio en pacientes o supervivientes de cáncer, no existen programas de ejercicio físico bien definidos y consensuados por expertos.
El cliente que nos llega al gimnasio puede encontrarse con dos consejos contrapuestos relativos a la práctica de la actividad física por
parte de su médico y/o oncólogo, consejos que invitan a la disminución de su nivel de actividad física, o en otros casos son animados a mantenerse activos, pero con pocas especificaciones sobre el programa de ejercicios y sin individualizarlo para cada paciente en términos de tipo, frecuencia, intensidad y duración.
Es aquí donde se hace precisa la colaboración entre el equipo multidisciplinar que deben formar el médico especialista y el licenciado en ciencias de la actividad física con la especialidad en salud, para poder definir qué tipo de ejercicio le será prescrito y supervisado a este cliente. Se precisa investigar para conocer el efecto de los programas de ejercicio en los diferentes tipos de cáncer, en las diferentes fases de la enfermedad y en los diferentes tratamientos. Una vez más llamo a la prudencia de algunos instructores que desconociendo la realidad del paciente, recomiendan entrar a las clases sin ningún tipo de información médica.
Es cierto que el ejercicio físico y en nuestro caso el ciclismo indoor es una alternativa eficaz y segura para mejorar la calidad de vida de los pacientes y supervivientes. Junto a los beneficios fisiológicos no debemos olvidar los beneficios psicológicos como son, reducción de la ansiedad, disminución de la depresión, incremento de energía, mejorar la autoestima, relación social, estímulos de la música, etc.
Una vez que el paciente con cáncer, aconsejado por su oncólogo, decide adherirse a un programa de ejercicio, en nuestro caso entrar a clases de ciclismo indoor, debemos pasar a la atención individualizada. La mayoría de veces no podemos utilizar los parámetros que aconsejamos en las clases con los demás clientes, el ejercicio a baja o moderada intensidad para una persona sana puede ser de intensidad elevada para un cliente con cáncer.
Las actuaciones entre el director/coordinador de la actividad y el médico especialista deberían contemplar:
  • Historia médica
  • Test de calidad de vida
  • Encuesta dietética
  • Espirometría
  • Electrocardigrama
  • Analíca de sangre y orina
  • Flexibilidad y arco de movimiento articular, por ejemplo en clientes con cáncer de mama que han sido sometidas a cirugía al nivel axilar vamos a encontrar limitada la movilidad de la articulación del hombro. De ahí que el ciclismo sea una actividad aconsejada, ya que requiere poca movilidad del tren superior, sin embargo moviliza grandes grupos musculares del tren inferior.
Con todos los datos obtenidos de la evaluación del médico y en colaboración con el realizaremos la prescripción y supervisión  del ejercicio. Las recomendaciones en este aspecto son:
Ejercicios aeróbicos que impliquen grandes grupos musculares para el trabajo de carácter aeróbico, podría ser el caso del ciclismo indoor, ya que  además de la seguridad que supone para el tren superior, tiene beneficios a nivel psicológicos importantes, es divertido, ameno, se puede regular el paciente la intensidad, etc. Otra de las ventajas que puede tener un programa de ciclismo indoor es el bajo impacto que causa a nivel del aparato locomotor.
- Frecuencia, se aconseja de 3 a 5 sesiones a la semana, aunque lo ideal es realizarlo todos los días. En pacientes muy desentrenados  lo ideal es, ejercicio diario más intensidad ligera y corta duración.
- Intensidad, 50- 75% de la frecuencia cardíaca de reserva ( FC reserva = FC máxima – FC reposo). No obstante , en sujetos previamente sedentarios o cuando los pacientes están recibiendo quimioterapia u otros tratamientos es difícil prescribir la intensidad basándonos en la frecuencia cardiaca. En estas situaciones, bajaremos los márgenes teóricos de la frecuencia cardiaca calculada y progresaremos lentamente. En clientes sometidos a tratamientos se evitaran intensidades elevadas ( máximas) por su efecto inmunodepresor.
Duración: El entrenamiento aeróbico debe suponer 20-30
min de ejercicio continuado. En clientes desentrenados puede lograrse con 5- 10
min de duración separados con intervalos de reposo.
Progresión: en pacientes/clientes desentrenados inicialmente se progresa incrementando el número de sesiones a la semana, primero incrementaremos la duración de las sesiones, aumentando posteriormente la intensidad. Se irá avanzando hasta conseguir los 30 min. de duración y el 80% de intensidad.
Lógicamente además de las sesiones de ciclismo que deberían ir en esta línea, se recomienda el trabajo de fuerza y de flexibilidad.
Estas recomendaciones son genéricas. La prescripción del ejercicio va a depender de la evaluación inicial y va a sufrir modificaciones de acuerdo con el tratamiento recibido. Durante los tratamientos de quimioterapia debemos flexibilizar la prescripción, modificando la frecuencia, duración e intensidad.
Tras iniciar el programa de ciclismo el diálogo con el cliente es esencial, por lo que debemos mantener una vía de comunicación
permanente que nos permita modificar y actuar en consecuencia y conforme prescriba el médico.
  1. ( Lee I-M Sesso HD, Paffebarger RS. Physical activity and risk of lung
    cáncer. Int J Epidemiol. 1999;28:620-5
  2. Friedenreich CM. Thume I, Briinton LA, Albanes D.Epidemiologic issues
    related to the association between physical activity and breast cancer. Cancer.
    1998 Aug 1;83 (3Suppl):600-10
  3. Schneider CM, Dennehy CA, Carter SD. Exercise and Cancer Recovery.
    Champaign, IL (USA): Human Kinetics Publishers, Inc; 2003
  4. J.López
    Chicharro. L.M. López Mojares. Fisilogía Clínica del Ejercicio. Buenos
    Aires-Madrid: Médica Panamericana 2008
 
José Antonio Hidalgo Martín
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física
Especialista en Actividad Física y Salud
Profesor en el Secretariado de Deportes de la Universidad de Alicante

Fuente: www.foroindoor.com

10 respuestas sobre el pan



El pan es muy a menudo demonizado por las dietas, llegando a tacharlo de malo para la salud en algunos casos. Vamos a responder 10 preguntas sobre el pan que a muchos seguro que se os han pasado por la cabeza.

¿Es sano el pan?

Sí, el pan es un alimento que forma parte de la dieta mediterránea. Los hidratos de carbono que aporta ayudan a equilibrar el porcentaje de proteínas, grasas y glúcidos que necesitamos a diario.

¿Engorda?

Consumido con moderación, no. Estudios recientes apuntan que ayuda a controlar el peso. 100 gramos de pan blanco aportan 290 calorías; y 100 de pan integral, 243 calorías. Éstas engordan menos que un bollo o 35 gramos de mantequilla o margarina, que tienen las mismas calorías.

¿Los “palitos” no tienen calorías?

Al igual que el pan, los palitos se hacen con harina y su contenido calórico es similar al del pan. Es más, algunos palitos llevan aceite, lo que aumenta su aporte calórico.

¿El pan de molde tiene grasa?

La mayoría de panes de molde industriales contiene grasa vegetal, cosa que indican claramente en la etiqueta.

¿El integral es mejor que el blanco?

El pan integral, a diferencia del blanco, se hace con harina integral, que conserva el germen y el salvado del grano del trigo. Es por ello por lo que contiene más fibra, vitaminas del grupo B y ciertos minerales. Su alto aporte de fibra dietética ayuda a combatir el estreñimiento.

¿Es cierto que el pan integral impide la absorción del calcio?

La harina integral de trigo contiene ácido fítico, que efectivamente frena la absorción del calcio. Pero cuando el pan se hace con levadura madre, aparece una enzima, la fitasa, que lo destruye.

¿Está más contaminado de pesticidas el pan integral que otros productos?

Sí. Al igual que las sustancias nutritivas, las nocivas se concentran sobre todo en las capas exteriores del grano, el salvado y el germen. Sin embargo, el grado de contaminación por pesticidas de los cereales o los productos elaborados con ellos es generalmente muy bajo. Quien quiera ir sobre seguro, deberá comprar productos integrales biológicos.

¿Y qué decir de otras sustancias nocivas?

Los residuos de contaminantes naturales, como el cadmio y otros compuestos tóxicos que derivan de los mohos, son más problemáticos que los pesticidas. No obstante, el riesgo no se considera lo suficientemente alto como para renunciar a la ingesta de pan integral.

¿Engorda más la miga que la costra?

La composición de la costra es la misma que la de la miga, sólo que la acción directa del calor hace que pierda más agua y que se tueste. A igual peso, la corteza tiene más calorías que la miga.

¿La costra es insana?

Cuanto más dorada está la costra, mayor cantidad contiene de acrilamida. Este compuesto, que surge a partir del almidón durante el horneado, escancerígeno, aunque su concentración en la corteza apenas se deja entrever. Por otro lado, la costra también alberga sustancias que probablemente tienen un efecto preventivo contra el cáncer.

¿En qué medida son buenos los panes precocinados que se venden en los súper y gasolineras?

En 2003, las ventas de masas congeladas de pan crecieron más del 11,5%, según la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas (ASEMAC). El aroma del pan se desarrolla mientras se hornea, por lo que la interrupción de este proceso afecta a su sabor. Además, los artículos precocinados suelen contener más aditivos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Cuál es tu frecuencia cardíaca máxima?

Para calcular a cuanta intensidad entrenamos nuestro sistema cardiovascular conviene saber antes cual es nuestra frecuencia cardíaca máxima.

Definiríamos la frecuencia cardiaca máxima (Fc. max) como la frecuencia cardiaca más alta que puedes alcanzar durante la ejecución de un ejercicio intenso.
Es un factor íntimamente afectado por la edad y el sexo, entre otros factores, existiendo algunas fórmulas para que puedas determinar dicho parámetro de forma indirecta.
La frecuencia cardiaca máxima es un factor, inicialmente, poco orientador sobre tu capacidad física (para ello es mejor dato la frecuencia cardíaca en reposo), pero puede ser tomado como un dato de evolución o control y para el cálculo de intensidades de tus entrenos aeróbicos.
La medición exacta debería realizarse mediante electrocardiograma de esfuerzo, pero durante muchos años se ha calculado una referencia aproximada en base a la siguiente fórmula, pudiendo variar el resultado en +-10-15 pulsaciones/minuto:
Frecuencia cardíaca máxima (hombres) = 220 - edad en años
Frecuencia cardíaca máxima (mujeres) = 226 - edad en años
Actualmente se considera más exacta la fórmula de la Universidad de Ball State:
Frecuencia cardíaca máxima (hombres) = 209 - (0,7 * Edad)
Frecuencia cardíaca máxima (mujeres) = 214 - (0,8 * Edad)
También puedes saber tu Fc máx realizando un ejercicio aeróbico máximo de tres minutos y ver hasta que pulsaciones llegas.
Se considera, inicialmente, un valor de franja óptima de trabajo cardiovascular entre el 60 y el 85% de la Fcmax.
Así, si quisiéramos calcular la Fc de esfuerzo sería:
Fcmax multiplicada por el porcentaje de INTENSIDAD (entre el 60%-85%).
Después ya puedes incorporar estos márgenes de datos a tu pulsómetro y planificar tus entrenos cardiovasculares.